jueves, 9 de febrero de 2012

CASO FRANCO

Franco es un Bulldog Francés que una tarde salió de pesca con sus dueños, pero en un descuido, se tragó uno de los anzuelos.
Su dueña en un acto reflejo tiró del hilo, pero el hilo se rompió y del anzuelo ni rastro.
Se le realizó una radiografía y se localizó en el anzuelo en el esófago, así que se procedió a realizar una endoscopia para intentar la extracción.
A continuación se puede ver el video:




CONCLUSIÓN

En el caso de Franco, la tarde de pesca que pudo acabar con una tremenda operación y una complicada recuperación, terminó solamente con una esofagitis totalmente recuperable, y para gozo de sus dueños con su pequeño tragón durmiendo plácidamente en su casa.

DISCUSIÓN

La ingestión de anzuelos es un accidente bastante frecuente en zonas costeras, tanto si los dueños son pescadores como si no, porque muchas veces la gente los deja tirados de manera irresponsable.

Inevitablemente el primer instinto de los dueños es tirar del hilo, pero ésto la mayoría de las veces empeora la situación.

Los anzuelos pueden pasar directamente a estómago y allí alojarse en cualquier parte. Cuando ésto sucede y hay que recurrir a la cirugía es algo bastante asequible para cualquier veterinario, y las complicaciones aunque posibles no son altamente probables.

El gran problema es cuando se alojan en el esófago, la mucosa es mucho más fina y hay muchos más riesgos de perforación. La cirugía en esta zona es una intervención para unos pocos veterinarios, además el post-operatorio es largo y para nada exento de complicaciones.

Por eso la extracción con endoscopia debe ser siempre la primera opción. La endoscopia es una técnica minimamente invasiva, con unos excelentes resultados en la gran mayoría de los casos, además hay que tener en cuenta que no existe un post-operatorio como el de cualquier tipo de cirugía, lo que proporciona una garantía de recuperación con un pronóstico 100% positivo.

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