Cole es un Bulldog Francés de 15 meses, que es seguido en la clínica desde que era cachorro. Este año la propietaria notó al comenzar el calor, más dificultad respiratoria, e intolerancia al ejercicio. Se decide hacer el Estudio del Sindrome Braquiocefálico para valorar en que estado se encuentra el paciente.
Las pruebas descartaron hipoplasia traqueal, o problemas cardíacos.
Se le realiza la endoscopia, que podeis ver a continuación;
CONCLUSIONES
En la endoscopia se observa la base de la lengua engrosada, el paladar blando elongado, y un colapso laríngeo medio con eversión de sacos laríngeos. No presenta colapso traqueal.
Con el resultado de las pruebas se recomienda al paciente someterse a cirugía correctiva de narinas, que eran estenóticas, realizar una palatoplastia o estafilectomía, para disminuir la longitud del paladar, y como presentaba entropion bilateral, una cirugía de reconstrucción de párpado.
El paciente se opera el 8 de Julio.
SEGUIMIENTO
A pesar de estar con collar isabelino, Cole se frotó tanto la carita que tubo dehiscencia de los puntos del ojo izquierdo, por lo que tubo que ingresar de nuevo, el día 14 de Julio para suturar de nuevo la plastia de este entropion. Aprovechando la sedación, se le quitaron los puntos del otro ojo, así como los de la nariz, que ya estaban totalmente cerrados y curados. Se la realizó además una laringoscopia de control para observar la sutura de la palatoplastia, y el estado de la laringe.
Aquí podeis ver la laringoscopia 6 días después de la cirugía;
DISCUSIÓN SOBRE EL COLAPSO LARINGEO
En las razas braquiocefálicas, las turbulencias en el flujo del aire que se producen debido a las anomalías anatómicas que los caracterizan castigan especialmente la laringe de estos animales, que es la principal entrada de aire hacia los pulmones. Esto produce una obstrucción crónica de las vías respiratorias superiores, que establece así el círculo vicioso de inflamación-obstrucción-inflamación.
En las primeras fases de la enfermedad, el epitelio de la mucosa faríngea y laríngea se torna edematoso y engrosado, este proceso tambien afecta a los sacos laríngeos y fuerza la eversión de la mucosa hacia dentro de la cara ventral de la glotis, los sacos evergen y empujan las cuerdad vocales hacia la luz de la hendidura glótica, restando así espacio, disminuyendo su luz, provocando así más obstrucción.
En el caso de Cole, los sacos evergen, pero no están excesivamente edematosos (podeis compararlos con los de Coto, el otro caso del que podeis ver el video ya publicado).
Si el problema persistiese en el tiempo, los cartilagos aritenoides de los que observamos las apófisis cuneiformes se volverían más débiles, y no podrían realizar la abducción, y arrastrarían las apófisis corniculadas, que se colapsarían medialmente, obstruyendo al fin totalmente la hendidura glótica. Así tendriamos un colapso laríngeo grave y completo, que es verdaderamente dificil de manejar.
Por eso, en estos animales es de vital importancia actuar lo más pronto posible.
Los cambios producidos en el colapso laríngeo leve-medio son reversibles siempre que se actúe sobre la causa subyacente, como lo es el paladar elongado.
Lo interesante y bonito en el caso de Cole, es que hemos tenido la oportunidad de ver que ha pasado en su laringe a menos de una semana después de la cirugía.
Lo más impactante es observar el cambio que se ha producido, basta fijarse en el movimiento de los cartílagos, la abducción es mucho mayor que antes de la cirugía, el edema ha disminuido considerablemente, aunque haya pasado tan poco tiempo, y sobre todo, esto implica un aumento visible del espacio que ha ganado la hendidura glótica.
De esta manera se demuestra la reversibilidad del colapso al actuar sobre el paladar, y las narinas, esto mejorará considerablemente la calidad de vida del animal.
Espero que este caso sirva de ayuda a los compañeros y a los dueños sobre todo para que se animen a profundizar en los problemas de estos pacientes, que en este caso y gracias a la rápida actuación, el pronóstico es positivamente favorable.
lunes, 19 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
CASO LOLA
Lola es un bull-dog inglés de 3 años, al que se realizó el estudio de Síndrome Braquiocefálico.
Los problemas de Lola más preocupantes eran sobre todo la dificultad inspiratoria, e intolerancia al ejercicio, pero los propietarios resaltaban también las constantes regurgitaciones que sufría la perra.
Las pruebas revelaron una hipoplasia de tráquea en la radiografía, el E.C.G no presentaba alteraciones, y en la endoscopia se observaron todas las alteraciones que caracterizan este síndrome, paladar elongado, colapso laríngeo, eversión de sacos, y un leve colapso traqueal cervical inspiratorio, consecuencia muy probablemente del sindrome respiratorio obstructivo crónico, que sufren este tipo de pacientes.
Lo interesante en el caso de Lola es que además durante la realización de la gastroscopia, se observó una hernia de hiato que se acentúa especialmente durante la inspiración. A continuación podeis ver el video.
Se realizaron biopsias gástricas, y el resultado fue una gastritis crónica inflamatoria linfocítica.
CONCLUSIONES
Muchos de nuestros pacientes braquiocefálicos no tienen solamente signos respiratorios, si no que presentan además muy comunmente signos digestivos.
Esto se ha discutido estadisticamente en un estudio realizado en en 2005 por C.M. Poncet y colaboradores, sobre 73 perros braquiocefálicos con problemas respiratorios superiores, donde se demostro con estudios endoscópicos e histopatológicos que el 98 % presentaban además problemas digestivos inflamatorios; este estudio comprobó además que a mayor severidad de los síntomas respiratorios, mayor severidad presentaban los digestivos.
Más recientemente se ha publicado en el Journal of Small Animal Practise por C.M Poncet; G.P. Dupre; V.G. Freiche y B.M. Bouvy en el año 2006, un estudio con 51 perros braquiocefálicos, como continuación del antes citado del 2005 donde se pretende comprobar la mejoría de estos pacientes, si se les trata quirúrgicamente el problema respiratorio y médicamente el digestivo.
Se establecen tres grados de gravedad en los problemas respiratorios, y tres para los digestivos que valoran los propietarios de los pacientes. Se hacen estudios endoscópicos e histológicos para todos los pacientes.
Cabe destacar que los problemas en el tracto digestivo que se encuentran en estos pacientes van desde desviación esofágica, hernia hiatal, atonía cardial, reflujo gastroesofágico, esofagitis distal, retraso vaciamiento gástrico, hiperplasia pilórica, estenosis pilórica, atonía pilórica, reflujo gastroduodenal, hasta gastritis inflamatoria difusa, gastritis inflamatoria puntiforme, y duodenitis inflamatoria difusa.
En los pacientes se realizan en distintos porcentajes cirugía de narinas, y palatoplastia (estafilectomía), y tratamientos adecuados para los problemas digestivos, según el resultado histopatológico.
El seguimiento se hace a distancia de 6 meses valorado por los propietarios con los mismos criterios de antes del tratamiento médico y quirúrgico.
El resultado fue que desde el punto de vista de los propietarios, de los 51 perros, el 92% notó mejorías en los síntomas respiratorios, y un 81% notó una mejoría en los síntomas digestivos.
A distancia de esos 6 meses los propietarios definieron el estado de su mascota como óptimo en lo relativo a la respiración en un 66%, mientras que lo consideraron peor que antes de la cirugía un 7%; en lo relativo a los síntomas digestivos, definieron como óptimo un 72% frente a un 4% que lo consideraron empeorado a partir de la cirugía.
DISCUSIÓN
Desde mi más humilde opinión, estos estudios me parecen extremadamente interesantes para nuestra práctica clínica diaria, ya que nos hacen reflexionar acerca de que problemas que solemos considerar por separado en nuestra práctica, están más relacionados de lo que creemos, por eso es muy importante la comunicación con el propietario.
EL caso de Lola, no es un caso aislado, seguramente muchos de estos pacientes, sufren la misma u otras patologías, que se ven infravaloradas por nuestra parte, sin considerar que quizás el éxito de nuestras terapias en estos casos, depende principalmente de la responsabilidad que tenemos de hacer un buen diagnóstico clínico.
Lola fue operada, y recibió un tratamiento para sus problemas digestivos. La mejoría inicial fue óptima, ahora habrá que esperar un poco de tiempo para valorar su estado de salud a largo plazo.
Los problemas de Lola más preocupantes eran sobre todo la dificultad inspiratoria, e intolerancia al ejercicio, pero los propietarios resaltaban también las constantes regurgitaciones que sufría la perra.
Las pruebas revelaron una hipoplasia de tráquea en la radiografía, el E.C.G no presentaba alteraciones, y en la endoscopia se observaron todas las alteraciones que caracterizan este síndrome, paladar elongado, colapso laríngeo, eversión de sacos, y un leve colapso traqueal cervical inspiratorio, consecuencia muy probablemente del sindrome respiratorio obstructivo crónico, que sufren este tipo de pacientes.
Lo interesante en el caso de Lola es que además durante la realización de la gastroscopia, se observó una hernia de hiato que se acentúa especialmente durante la inspiración. A continuación podeis ver el video.
Se realizaron biopsias gástricas, y el resultado fue una gastritis crónica inflamatoria linfocítica.
CONCLUSIONES
Muchos de nuestros pacientes braquiocefálicos no tienen solamente signos respiratorios, si no que presentan además muy comunmente signos digestivos.
Esto se ha discutido estadisticamente en un estudio realizado en en 2005 por C.M. Poncet y colaboradores, sobre 73 perros braquiocefálicos con problemas respiratorios superiores, donde se demostro con estudios endoscópicos e histopatológicos que el 98 % presentaban además problemas digestivos inflamatorios; este estudio comprobó además que a mayor severidad de los síntomas respiratorios, mayor severidad presentaban los digestivos.
Más recientemente se ha publicado en el Journal of Small Animal Practise por C.M Poncet; G.P. Dupre; V.G. Freiche y B.M. Bouvy en el año 2006, un estudio con 51 perros braquiocefálicos, como continuación del antes citado del 2005 donde se pretende comprobar la mejoría de estos pacientes, si se les trata quirúrgicamente el problema respiratorio y médicamente el digestivo.
Se establecen tres grados de gravedad en los problemas respiratorios, y tres para los digestivos que valoran los propietarios de los pacientes. Se hacen estudios endoscópicos e histológicos para todos los pacientes.
Cabe destacar que los problemas en el tracto digestivo que se encuentran en estos pacientes van desde desviación esofágica, hernia hiatal, atonía cardial, reflujo gastroesofágico, esofagitis distal, retraso vaciamiento gástrico, hiperplasia pilórica, estenosis pilórica, atonía pilórica, reflujo gastroduodenal, hasta gastritis inflamatoria difusa, gastritis inflamatoria puntiforme, y duodenitis inflamatoria difusa.
En los pacientes se realizan en distintos porcentajes cirugía de narinas, y palatoplastia (estafilectomía), y tratamientos adecuados para los problemas digestivos, según el resultado histopatológico.
El seguimiento se hace a distancia de 6 meses valorado por los propietarios con los mismos criterios de antes del tratamiento médico y quirúrgico.
El resultado fue que desde el punto de vista de los propietarios, de los 51 perros, el 92% notó mejorías en los síntomas respiratorios, y un 81% notó una mejoría en los síntomas digestivos.
A distancia de esos 6 meses los propietarios definieron el estado de su mascota como óptimo en lo relativo a la respiración en un 66%, mientras que lo consideraron peor que antes de la cirugía un 7%; en lo relativo a los síntomas digestivos, definieron como óptimo un 72% frente a un 4% que lo consideraron empeorado a partir de la cirugía.
DISCUSIÓN
Desde mi más humilde opinión, estos estudios me parecen extremadamente interesantes para nuestra práctica clínica diaria, ya que nos hacen reflexionar acerca de que problemas que solemos considerar por separado en nuestra práctica, están más relacionados de lo que creemos, por eso es muy importante la comunicación con el propietario.
EL caso de Lola, no es un caso aislado, seguramente muchos de estos pacientes, sufren la misma u otras patologías, que se ven infravaloradas por nuestra parte, sin considerar que quizás el éxito de nuestras terapias en estos casos, depende principalmente de la responsabilidad que tenemos de hacer un buen diagnóstico clínico.
Lola fue operada, y recibió un tratamiento para sus problemas digestivos. La mejoría inicial fue óptima, ahora habrá que esperar un poco de tiempo para valorar su estado de salud a largo plazo.
Etiquetas:
HERNIA HIATAL
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